Los ENFP adoran pasar tiempo con otras personas. Socializar les provee de energía, ayudándolos a sentirse renovados, frescos y entusiasmados con la vida. Mientras que a otros tipos de extrovertidos tienden a disgustarles la soledad, los ENFP tienen la necesidad de pasar un poco de tiempo para ellos mismos con el objetivo de pensar y reflexionar.

 

En ocasiones parecen incansables cuando hablan con la gente, como fuentes de entusiasmo que pueden salpicar a los demás. A menudo hablan con la intención de revelar alguna verdad acerca de la experiencia humana, o de motivar a los demás con sus poderosas convicciones.

 

Poseen excelentes habilidades sociales. En adición a tener un abundante entusiasmo por sus asuntos particulares, también se preocupan genuinamente por los demás. Los ENFP son buenos en el entendimiento de lo que otras personas están sintiendo. Dado su celo, carisma y creatividad, también pueden ser grandes líderes.

 

Les desagrada fuertemente la rutina y prefieren centrarse en el futuro. A la vez de que son geniales generando nuevas ideas, algunas veces suelen dejar las cosas para el último minuto. Soñar ideas pero no llevarlas hasta su culminación es uno de los problemas más comunes de este tipo. Se distraen fácilmente, particularmente cuando están trabajando en algo que les parece aburrido o no les inspira.